Nosotros somos monedas de oro

nosotros somos monedas de oro

El Dr. y para mí maestro Mario Alonso Puig, cuenta una leyenda muy interesante, que habla sobre la autoestima y que os narro a continuación, según mi interpretación.

Tengamos en cuenta algo fundamental, siguiendo sus palabras: «que una cosa es los demás nos valoren, nos quieran y otra cosa es que nosotros busquemos el valor en lo que los otros nos valoran« Dr. Puig.

Esta es la historia de un chico, que no se valoraba nada y permitía, por tanto, que los demás tampoco lo hicieran.

Llegó un momento que tuvo que pedir ayuda, para que alguien le guiara a encontrar un poco de valor en su vida.

Con las personas que se iba encontrando por el camino, comentaba como se sentía y le respondían: que no era mal chico, aunque no era ni muy inteligente, ni muy creativo, pero que no se preocupara porque, de todo tiene que haber en la vida.

Solamente una persona le dijo, -pues mira la verdad es que yo no sé resolver tu problema, pero conozco a alguien que si puede. Es un anciano sabio, que vive en una montaña, a la que tienes que acceder después de varios días a caballo, si estás dispuesto a probar.

El chico por supuesto, estaba dispuesto, porque estaba desesperado y no sabía cómo salir de esa situación.

Consiguió un caballo, cabalgó varios días y cuando encontró al anciano, le preguntó si era el sabio de la montaña y le contó lo que le ocurría: que no se valoraba a sí mismo y que a lo mejor, era porque no valía nada y esperaba que él le resolviera sus dudas.

El anciano le contesto que no se consideraba sabio, pero que como tenía mucha experiencia, por su larga vida, intentaría ayudarle, pero que necesitaba mucho tiempo para ello y ahora mismo no podía..primero necesitaba resolver un problema suyo personal.

El chico se interesó por lo que al anciano le preocupaba, porque estaba ansioso por resolver sus dudas y le ofreció su ayuda para solucionar su inquietud.

El anciano acogió de buen grado su apoyo y le contó que necesitaba vender un anillo, por dos monedas de oro.

Al chico le pareció un anillo muy raro y un precio costoso, aunque posible y se dirigió a un mercado que había en el pueblo justo la mañana siguiente, para intentar venderlo por lo que pedía el anciano y así solucionarle el problema y lograr que le ayudase a resolver el suyo.

Se paso todo el día lidiando con curiosos, que se interesaban por el anillo pero que al saber el precio, le llamaban loco y volvió muy tarde, triste por no haber podido conseguir el objetivo y le contó todo lo sucedido al Sabio.

El le dijo que ahora se daba cuenta de su error, a lo mejor el anillo no valía eso y estaba pidiendo demasiado. Necesitaba que un experto lo tasara y conocía al perfecto. Pero el inconveniente era, que estaba a dos días a caballo… a lo que el chico no le puso ningún inconveniente.

Estaba deseando solucionarle el problema para que estuviera libre para ayudarle a él. Incluso le propuso al maestro, que si el tasador le compraba el anillo, se lo podría vender por dos monedas de oro.

El sabio se negó en rotundo, diciendo que el anillo no se vendía y que solo quería saber su valor real a ojos de un experto en la materia.

El chico se quedó un poco confuso al decirle el anciano que no quería vender el anillo, pero lo obedeció a ciegas.

Al encontrarse con el experto, le preguntó si era quien buscaba y él le confirmó, que efectivamente era el mejor experto en anillos del mundo.

El chico le dijo directamente que tenía urgencia por vender un anillo y se lo mostró. El experto al verlo, le dijo que si quería , le daba cincuenta monedas de oro en ese mismo instante, por las prisas y que si le daba una semana podía conseguirle cien.

El joven se quedó helado al descubrir el alto valor del anillo y volvió a contárselo al anciano muy sorprendido.

Al contarle la hazaña al maestro y preguntarle cómo podía ser esto, él le contesto sencillamente: porque en esta vida, hay que preguntar a los que saben.

Es una pena que en la sociedad no haya muchos expertos en valores humanos y como dice el Dr Puig:

«Como nadie o casi nadie sabe de seres humanos, te tasan como tasan en el mercado»

Podéis escucharla como la transmite magistralmente el Dr. Puig. Aquí en este vídeo en el minuto 19, si queréis 😊

Y recordar siempre: que nadie os diga que no valéis, porque los seres humanos valemos oro.

¡Feliz fin de semana!!❤️😘

2 comentarios en “Nosotros somos monedas de oro

  1. cristinaropu

    Bonita historia, nunca la había escuchado. Es cierto que nos valoramos mucho a través de los demás. Hay que aprender a escuchar nuestro interior y si está orgulloso, ya está, lo de los demás no cuenta! Si está incómodo….algo no anda bien❤😘

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    1. Me gusta mucho tu reflexión y estoy totalmente de acuerdo, lo principal es valorarnos a nosotros mismos, potenciar nuestros puntos fuertes y mejorar los débiles, escuchando piropos y críticas pero no permitiendo que los juicios de los demás, nos limiten y no nos dejen luchar por conseguir nuestras metas. Como siempre muchas gracias por tu comentario 🥰❤️

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