La importancia de la autoestima para ser feliz

Para empezar a hablar de autoestima lo primero que tenemos que tener en cuenta, es como nos consideramos a nosotros mismos: tímidos, alegres, optimistas, pesimistas, débiles, fuertes…

Esa, en realidad, es la imagen que tenemos de nosotros mismos con nuestras fortalezas y debilidades y también nuestra belleza exterior e interior que transmitimos a los demás.

Puede ser alta o baja depende de si nos gustamos o no.

La autoestima alta indica que la persona que la tiene se siente capaz, segura de sí misma y por tanto tendrá muchas más oportunidades, de trabajo, amor, amistad porque cuando se le presenten, no dejará que se pierdan sin actuar adecuadamente respecto a la situación.

Son personas seguras de sí mismas porque les gusta como son, se aceptan y confían en ellas.

La autoestima baja, sin embargo indica que la persona no se atreve a realizar muchas acciones, en el mundo laboral y de las relaciones humanas, por sentirse fracasad@ antes de intentarlo, con lo que pierde muchas oportunidades porque no las ve o las deja escapar.

Son personas inseguras y dependientes porque no les gusta como son.

Es muy importante tener una autoestima sana, es decir saber cuales son nuestros talentos, fortalezas y virtudes y tener identificados nuestros defectos y debilidades y aceptarlos.

La autoestima nos permite caminar por la vida de una forma saludable, tanto para nosotros mismos, porque nuestro diálogo interno funciona a nuestro favor, como para los demás, porque nos relacionamos de forma adecuada, educada, empática, agradable, teniendo de esta manera los mejores resultados posibles.

Una de las claves para tener una buena autoestima y así lo he nombrado en el caso de las personas con autoestima alta es la aceptación.

Que importante es saber aceptarnos como somos. Eso no significa que no podamos mejorar, porque hay que ser humildes y reconocer nuestros defectos pero también nuestros talentos,

Sócrates, sabio entre los sabios, no se reconocía como tal pero si tenía en cuenta la siguiente reflexión:Sólo sé, que no sé nada”, él era el único que reconocía su ignorancia, por el contrario aquellos que creían saberlo todo, eran más ignorantes que él, ya que ni siquiera sabían que no sabían.

Un enemigo de la buena autoestima, es el perfeccionismo, porque te hace perder mucho tiempo, que podrías dedicar a otra cosa y por tanto agotas el que tienes disponible y no cumples con todos los objetivos marcados, además de que nunca estas contento con el resultado, porque siempre se puede mejorar.

Esto genera baja autoestima y frustración.

La forma de gestionar la autoestima tiene mucho que ver con las experiencias vividas respecto a los éxitos que has tenido y cómo has gestionado los fracasos. También como te han educado y la manera en que interpretas el entorno que te rodea, además de como te sientes aceptado por los demás.

Un tema clave aquí es cuando hablamos de los niños.

Es fundamental ayudar a los niños desde que nacen a que desarrollen una buena autoestima, reforzando positivamente sus fortalezas, dejando constancia de lo que hacen bien diciéndoles: -que bien lo has hecho, para que estén motivados para repetir la hazaña.

Los refuerzos positivos y constructivos son los que les van a enseñar que el esfuerzo merece la pena y les van a permitir que estén orgullosos de ellos mismos y por tanto que tengan una alta autoestima y sean más felices.

En conclusión: vamos a trabajar por tener una sana autoestima que nos permita ser felices, aprovechando con ilusión y motivación todas las oportunidades, de mejora, que se nos presenten aceptando lo que no podamos cambiar y esforzándonos, generando buenos hábitos y con voluntad para trabajar en lo que si se puede modificar.

Os deseo una feliz semana, que esté llena de retos positivos, ilusión y objetivos cumplidos.😘

Nosotros somos monedas de oro

nosotros somos monedas de oro

El Dr. y para mí maestro Mario Alonso Puig, cuenta una leyenda muy interesante, que habla sobre la autoestima y que os narro a continuación, según mi interpretación.

Tengamos en cuenta algo fundamental, siguiendo sus palabras: «que una cosa es los demás nos valoren, nos quieran y otra cosa es que nosotros busquemos el valor en lo que los otros nos valoran« Dr. Puig.

Esta es la historia de un chico, que no se valoraba nada y permitía, por tanto, que los demás tampoco lo hicieran.

Llegó un momento que tuvo que pedir ayuda, para que alguien le guiara a encontrar un poco de valor en su vida.

Con las personas que se iba encontrando por el camino, comentaba como se sentía y le respondían: que no era mal chico, aunque no era ni muy inteligente, ni muy creativo, pero que no se preocupara porque, de todo tiene que haber en la vida.

Solamente una persona le dijo, -pues mira la verdad es que yo no sé resolver tu problema, pero conozco a alguien que si puede. Es un anciano sabio, que vive en una montaña, a la que tienes que acceder después de varios días a caballo, si estás dispuesto a probar.

El chico por supuesto, estaba dispuesto, porque estaba desesperado y no sabía cómo salir de esa situación.

Consiguió un caballo, cabalgó varios días y cuando encontró al anciano, le preguntó si era el sabio de la montaña y le contó lo que le ocurría: que no se valoraba a sí mismo y que a lo mejor, era porque no valía nada y esperaba que él le resolviera sus dudas.

El anciano le contesto que no se consideraba sabio, pero que como tenía mucha experiencia, por su larga vida, intentaría ayudarle, pero que necesitaba mucho tiempo para ello y ahora mismo no podía..primero necesitaba resolver un problema suyo personal.

El chico se interesó por lo que al anciano le preocupaba, porque estaba ansioso por resolver sus dudas y le ofreció su ayuda para solucionar su inquietud.

El anciano acogió de buen grado su apoyo y le contó que necesitaba vender un anillo, por dos monedas de oro.

Al chico le pareció un anillo muy raro y un precio costoso, aunque posible y se dirigió a un mercado que había en el pueblo justo la mañana siguiente, para intentar venderlo por lo que pedía el anciano y así solucionarle el problema y lograr que le ayudase a resolver el suyo.

Se paso todo el día lidiando con curiosos, que se interesaban por el anillo pero que al saber el precio, le llamaban loco y volvió muy tarde, triste por no haber podido conseguir el objetivo y le contó todo lo sucedido al Sabio.

El le dijo que ahora se daba cuenta de su error, a lo mejor el anillo no valía eso y estaba pidiendo demasiado. Necesitaba que un experto lo tasara y conocía al perfecto. Pero el inconveniente era, que estaba a dos días a caballo… a lo que el chico no le puso ningún inconveniente.

Estaba deseando solucionarle el problema para que estuviera libre para ayudarle a él. Incluso le propuso al maestro, que si el tasador le compraba el anillo, se lo podría vender por dos monedas de oro.

El sabio se negó en rotundo, diciendo que el anillo no se vendía y que solo quería saber su valor real a ojos de un experto en la materia.

El chico se quedó un poco confuso al decirle el anciano que no quería vender el anillo, pero lo obedeció a ciegas.

Al encontrarse con el experto, le preguntó si era quien buscaba y él le confirmó, que efectivamente era el mejor experto en anillos del mundo.

El chico le dijo directamente que tenía urgencia por vender un anillo y se lo mostró. El experto al verlo, le dijo que si quería , le daba cincuenta monedas de oro en ese mismo instante, por las prisas y que si le daba una semana podía conseguirle cien.

El joven se quedó helado al descubrir el alto valor del anillo y volvió a contárselo al anciano muy sorprendido.

Al contarle la hazaña al maestro y preguntarle cómo podía ser esto, él le contesto sencillamente: porque en esta vida, hay que preguntar a los que saben.

Es una pena que en la sociedad no haya muchos expertos en valores humanos y como dice el Dr Puig:

«Como nadie o casi nadie sabe de seres humanos, te tasan como tasan en el mercado»

Podéis escucharla como la transmite magistralmente el Dr. Puig. Aquí en este vídeo en el minuto 19, si queréis 😊

Y recordar siempre: que nadie os diga que no valéis, porque los seres humanos valemos oro.

¡Feliz fin de semana!!❤️😘