Como no valoramos la suerte que tenemos

Después de escuchar a Enhamer, algo se me ha removido por dentro y lo tengo que compartir con vosotr@s.

Es una persona admirable, que a sus ocho años de edad, se quedó ciego y comenzó a nadar, cuatro horas al día y hasta siete, superando barreras y los límites que se ponía él mismo y la sociedad.

Te hace reflexionar:

1. Porque da gracias por ser ciego porque sino ni seria nadador, ni se hubiera esforzado tanto, ni sería quien es ahora.

2. Nosotr@s, la gente «normal » con todos los sentidos funcionando: vista, oído, olfato, gusto y tacto, nos permitimos quejarnos por nimiedades y nos autocompadecemos de nosotros mismos usando la norma del mínimo esfuerzo.

Es un momento en el que te hace comprender que tenemos que ser agradecidos por nuestro cuerpo saludable, con dolencias incluidas, no se trata de perfección sino de valorar que nuestras dos piernas nos permiten correr cuando se nos escapa el autobús y nuestros brazos abrazar a nuestros hijos o a nuestros seres queridos. Podemos ver todas las cosas maravillosas que nos ofrece la vida, oler los aromas, ricos de la naturaleza, oír la risa de un niño o la melodía de nuestra canción favorita, saborear nuestro el plato que más nos gusta y tocar las texturas, ver si están calientes o frías.

¿Has imaginado no poder hacerlo?

Mejor que no… pero vamos a valorarlo que es una pena que:

Solo se valoren las cosas cuando se pierden..

Os pongo el enlace aquí para que como yo lo escuchéis porque os va a encantar.

Os deseo un maravilloso Domingo 😘

Muchas gracias por seguirme, muchas gracias por leer lo que escribo que espero que os guste y siempre os deje un poso positivo y muchas gracias por vuestros comentarios y me gusta que me ilusionan. Muchas muchas gracias, un abrazo