Nadie le dijo que no podía hacerlo

Hace unos días ví por casualidad, un vídeo en Facebook del programa Got Talent España, donde participó un niño de dos años, que tocaba con maestría el tambor.

Era ya muy tarde pero lo tuve que ver hasta el final, porque no podía despegarme de la pantalla con un sentimiento que compartía admiración y ternura.

El vídeo se ha hecho viral y ya lo conoceréis la mayoría, pero por si queda alguien que no lo ha visto lo compartiré hoy en Facebook, porque es impresionante.

Este evento tan emocionante me recordó un cuento popular que he oído varias veces y que Eloy Moreno ha adaptado y que se engloba dentro del libro Cuentos para entender el mundo.

El niño que pudo hacerlo:

*fuente de la fotografía, Pinterest

Esto me hace reflexionar: -si cuando nacemos somos como una pagina en blanco, que pena que la llenen de límites, las personas que el bebe tiene a su alrededor, en su afán por protegerle.

Creo que aquí tenemos varios puntos claves:

1. Hay que regalar tiempo de calidad a los niñ@s para descubrir sus talentos.

No vale solo estar presente físicamente, hay que estarlo con todos los sentidos. Es la única manera de conseguir que esa pequeña criatura se sienta atendid@ y en ese estado de serenidad, nos transmita que es lo que le gusta o no y que es lo que mejor se le da y le hace más feliz.

En este punto viene muy relacionado lo que os compartí en Facebook ayer:

No podemos pretender que a un niñ@ al que le encanta escribir, forzosamente se le de bien jugar al fútbol o a otr@ que le encanta tocar el piano sea una eminencia tocando la bandurria.

Hay que descubrir, por parte de los padres primero y los profesores después, los talentos de los niñ@s y reforzarlos porque de esa forma también reforzaremos su autoestima.

Aquí entra el respeto, de comprender que no somos buenos para todo pero en algo somos buenísimos y eso hay que trabajarlo para sacarle el mayor partido y también nuestras debilidades para progresar en ellas, por supuesto.

2. Con ese refuerzo de autoestima descubrir desde edades tempranas los talentos (relacionado con el punto anterior)

Para que desde edades tempranas, l@s niñ@s sepan a que quieren dedicar sus vidas.

De este modo sólo habrá médicos, profesores, ingenieros, arquitectos, enfermer@s, abogad@s que aporten al mundo lo mejor de sí mism@s en su labor porque es totalmente vocacional.

3. Permitirnos equivocarnos y fomentar este hecho como un aprendizaje, si lo hacemos así es lo que vamos a transmitir a nuestr@s pequeñ@s y no tiraran la toalla a la menor dificultad.

Este niño que toca tan bien el tambor con dos años, nos da una bonita lección de vida de que: ¡claro que se puede solo tienes que intentarlo!

¿Os ha gustado el post? Me encantará leer vuestras opiniones, un abrazo.